La Historia de Vida es un método
enmarcado en la investigación cualitativa. Se caracteriza por ser descriptiva,
inductiva, fenomenológica, holística, ecológica, estructural-sistémica,
humanística y de diseño flexible.
Córdova (Citado por Alburguez 2007)
define las historias de vida como:
Una metodología que no se apoya en
procedimientos de carácter estadístico, de carácter muestral, sino que por el
contrario, reivindica un aspecto importante del conocimiento de lo social que
es la propia experiencia humana, la propia subjetividad como fuente de
conocimiento y el relato de los distintos actores, ya sea de procesos sociales,
de elementos puntuales de fenómenos sociales que sirven de correlato o punto de
referencia para construir el conocimiento de lo social. (p.1)
Por eso, las historias de vida describen
la vida cotidiana del ser humano, permiten comprender la vida social,
económica, educacional y psicológica del individuo, así como también el
desarrollo de los pueblos y comunidades. Son relatos que parten de la realidad
y, como método, busca estudiar la experiencia humana, pues, él forma parte de
lo real. Además, no hay procedimiento único, con reglas y comprobación o
verificación. Por el contrario, es dinámico y flexible permitiendo que el investigador
ajuste el diseño del estudio a las necesidades encontradas durante el proceso.
Así, la selección del sujeto depende mucho de las bases ideológicas y morales
del investigador. No obstante, es preferible seleccionar la gente sencilla,
entre el pueblo normal y corriente, siempre que sean actores de experiencias
importantes para la investigación.
De acuerdo con Alburguez (2007) Para
realizar un análisis biográfico se recomienda tres lecturas:
Lectura Factual o la sucesión
cronológica de hechos que conjuga tres visiones distintas: la del narrador
mismo; la visión y biografías paralelas de familiares y amigos del narrador que
intervienen en su existencia en un momento dado y, la vida social, en la cual
se inscribe la vida del narrador. Esto, permite tomar registros diferentes, más
allá de la historia social del grupo, los problemas que le son propios. La
segunda Lectura es Temática, permite un análisis de temas tales como las normas
y valores sociales y culturales que están en vigor en el medio donde gravita la
vida del narrador. Normas y valores que pueden ser de un grupo particular al
cual el narrador pertenece o de la sociedad global. La tercera Lectura o
Simbólica, apunta a la incidencia del sistema de contradicciones sociales y
culturales en el desarrollo de la vida individual. Permite captar cómo el
sistema de normas y valores actúan en un espacio en el cual se ubican las
experiencias, la propia vida vivida y genera un conjunto de representaciones
que permite comprender otros planos donde se articula la vida individual y la
experiencia vivida con respecto a la sociedad global.(p.2)
La historia de vida es el recuento de
los acontecimientos significativos en la vida del sujeto, por ejemplo para el
joven estudiante universitario es significativa la vida escolar, toda vez que
ha pasado en las aulas gran parte de su vida. Es por esto que la historia de
vida es una narración escrita, de la que se pueden obtener categorías de
análisis, que permiten detectar las necesidades, diagnosticar y dar soluciones
alternativas a la problemática encontrada, en caso de existir.
Ruiz Olabuénaga (Citado por Hernández
2009) hace referencia, de forma muy precisa, a aspectos muy importantes pues
considera que a la historia de vida la conforman cuatro objetivos
fundamentales:
1-Captar la totalidad de una experiencia
biográfica, totalidad en el tiempo y en el espacio, desde la infancia hasta el
presente, desde él yo íntimo a todos cuanto entran en relación significativa
con la vida de una persona que incluye las necesidades fisiológicas, la red
familiar y las relaciones de amistad, la definición personal, el cambio
personal y el cambio de la sociedad ambiental, los momentos críticos y fases
tranquilas, la inclusión y la marginación de un individuo en su mundo social
circundante.
2-Captar la ambigüedad y cambio, lejos
de una visión estática e inmóvil de las personas y de un proceso vital lógico y
racional, la historia de vida intenta descubrir todos y cada uno de los cambios
por lo que a lo largo de su vida va pasando una persona y las ambigüedades, las
faltas de lógicas, las dudas, las contradicciones, la vuelta atrás que a lo
largo de ella se experimenta.
3-Captar la visión subjetiva con lo que
a uno mismo se ve así mismo y al mundo, como interpreta su conducta y la de los
demás, cómo atribuye méritos e impugnan responsabilidades a sí mismo y a los
otros. Esta visión subjetiva revela la negociación que toda vida requiere entre
las tendencias expresivas de la persona y las exigencias de racionalidad para
acomodarse al mundo exterior.
4-Descubrir las claves de la
interpretación de no pocos fenómenos sociales de ámbito general e histórico que
solo encuentra explicación adecuada a través de la experiencia personal de los
individuos concretos.(p.2)
Para asegurar la mejor utilización del potencial
interpretativo de que es capaz una buena historia de vida es necesario aplicar
una serie de criterios para determinar la adecuación descriptiva del
investigador al establecer su interacción social con el sujeto entrevistado.
Estos criterios han sido acertadamente sintetizados por Gareth (citado por
Hernández 2009)
• El primer criterio establece que la
persona historiada debe ser considerada como miembro de una cultura, es decir,
como alguien que desde su nacimiento ha entrado a formar parte de una cultura y
que el pasado, presente y futuro los capta el individuo como parte del
conocimiento de sentido común a través de los esquemas interpretativos de ésta.
La historia de vida describe e interpreta el relato del actor en su desarrollo
dentro de este mundo de sentido común y el modo como adquiere su bagaje
cultural.
• En segundo lugar ha de reconocerse el
papel de los otros significativos en la transmisión de la cultura, destacando
el papel de la familia, los líderes de opinión, más concretamente a través de
la "relación nosotros" desde la que capta el mundo social y se
tipifican sus contenidos.
• En tercer lugar hay que especificar la
acción social misma y las bases de la realidad social, esto es, las
expectativas básicas, los postulados elementales que se dan por supuestos en la
conducta, los criterios centrales con los que se define la situación y se
orienta en ella el actor. Los valores centrales, los códigos de conducta, los
mitos, los ritos con toda la racionalidad subyacentes que se les atribuye.
• El cuarto criterio reclama la
reconstrucción y el seguimiento del hilo conductor que relaciona, a través del
tiempo, unas experiencias con otras en la vida del actor. La significación de
unos hechos para el comportamiento posterior y las expectativas u objetivos de
futuro como hitos marcadores de la conducta a lo largo de la vida. Los momentos
de crisis en los que este hilo se quiebra, los cambios significativos en la
definición de la realidad y las conexiones de unos comportamientos con otros
aparentemente desconectados.
• El quinto criterio reclama la
recreación continua y simultánea de los contextos sociales asociados con la
persona y su acción social. El contexto no puede disociarse de la conducta
puesto que, no sólo las condiciona, sino que sirve de clave interpretativa para
su comprensión.(p.1)
Como su propio nombre lo indica la
Historia de Vida se apoya fundamentalmente en el relato que un individuo hace
de su vida o de aspectos específicos de ella, de su relación con su realidad
social, de los modos como él interpreta los contextos y define las situaciones
en las que él ha participado.
En la historia de vida, se focaliza la
experiencia personal de un informante de este modo tiene el carácter de una
historia oral con enfoque biográfico. El informante va relatando su vida al
investigador, quien de ese discurso autobiográfico extraerá información para la
construcción de los datos de su trabajo sobre un tema específico.
La historia de vida no puede
esquematizarse en un patrón fijo: deberá adaptarse a cada caso específico, a
cada vida, objeto de estudio. El enfoque biográfico tiene que ser adecuado en
cada ocasión, para que resulte un eficiente análogo de la vida a la cual se
aplique.
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