sábado, 28 de junio de 2014

Historia De Vida Enmarcado en la Investigación Cualitativa




La Historia de Vida es un método enmarcado en la investigación cualitativa. Se caracteriza por ser descriptiva, inductiva, fenomenológica, holística, ecológica, estructural-sistémica, humanística y de diseño flexible.
Córdova (Citado por Alburguez 2007) define las historias de vida como:
Una metodología que no se apoya en procedimientos de carácter estadístico, de carácter muestral, sino que por el contrario, reivindica un aspecto importante del conocimiento de lo social que es la propia experiencia humana, la propia subjetividad como fuente de conocimiento y el relato de los distintos actores, ya sea de procesos sociales, de elementos puntuales de fenómenos sociales que sirven de correlato o punto de referencia para construir el conocimiento de lo social. (p.1)
Por eso, las historias de vida describen la vida cotidiana del ser humano, permiten comprender la vida social, económica, educacional y psicológica del individuo, así como también el desarrollo de los pueblos y comunidades. Son relatos que parten de la realidad y, como método, busca estudiar la experiencia humana, pues, él forma parte de lo real. Además, no hay procedimiento único, con reglas y comprobación o verificación. Por el contrario, es dinámico y flexible permitiendo que el investigador ajuste el diseño del estudio a las necesidades encontradas durante el proceso. Así, la selección del sujeto depende mucho de las bases ideológicas y morales del investigador. No obstante, es preferible seleccionar la gente sencilla, entre el pueblo normal y corriente, siempre que sean actores de experiencias importantes para la investigación.
De acuerdo con Alburguez (2007) Para realizar un análisis biográfico se recomienda tres lecturas:
Lectura Factual o la sucesión cronológica de hechos que conjuga tres visiones distintas: la del narrador mismo; la visión y biografías paralelas de familiares y amigos del narrador que intervienen en su existencia en un momento dado y, la vida social, en la cual se inscribe la vida del narrador. Esto, permite tomar registros diferentes, más allá de la historia social del grupo, los problemas que le son propios. La segunda Lectura es Temática, permite un análisis de temas tales como las normas y valores sociales y culturales que están en vigor en el medio donde gravita la vida del narrador. Normas y valores que pueden ser de un grupo particular al cual el narrador pertenece o de la sociedad global. La tercera Lectura o Simbólica, apunta a la incidencia del sistema de contradicciones sociales y culturales en el desarrollo de la vida individual. Permite captar cómo el sistema de normas y valores actúan en un espacio en el cual se ubican las experiencias, la propia vida vivida y genera un conjunto de representaciones que permite comprender otros planos donde se articula la vida individual y la experiencia vivida con respecto a la sociedad global.(p.2)
La historia de vida es el recuento de los acontecimientos significativos en la vida del sujeto, por ejemplo para el joven estudiante universitario es significativa la vida escolar, toda vez que ha pasado en las aulas gran parte de su vida. Es por esto que la historia de vida es una narración escrita, de la que se pueden obtener categorías de análisis, que permiten detectar las necesidades, diagnosticar y dar soluciones alternativas a la problemática encontrada, en caso de existir.
Ruiz Olabuénaga (Citado por Hernández 2009) hace referencia, de forma muy precisa, a aspectos muy importantes pues considera que a la historia de vida la conforman cuatro objetivos fundamentales:
1-Captar la totalidad de una experiencia biográfica, totalidad en el tiempo y en el espacio, desde la infancia hasta el presente, desde él yo íntimo a todos cuanto entran en relación significativa con la vida de una persona que incluye las necesidades fisiológicas, la red familiar y las relaciones de amistad, la definición personal, el cambio personal y el cambio de la sociedad ambiental, los momentos críticos y fases tranquilas, la inclusión y la marginación de un individuo en su mundo social circundante.
2-Captar la ambigüedad y cambio, lejos de una visión estática e inmóvil de las personas y de un proceso vital lógico y racional, la historia de vida intenta descubrir todos y cada uno de los cambios por lo que a lo largo de su vida va pasando una persona y las ambigüedades, las faltas de lógicas, las dudas, las contradicciones, la vuelta atrás que a lo largo de ella se experimenta.
3-Captar la visión subjetiva con lo que a uno mismo se ve así mismo y al mundo, como interpreta su conducta y la de los demás, cómo atribuye méritos e impugnan responsabilidades a sí mismo y a los otros. Esta visión subjetiva revela la negociación que toda vida requiere entre las tendencias expresivas de la persona y las exigencias de racionalidad para acomodarse al mundo exterior.
4-Descubrir las claves de la interpretación de no pocos fenómenos sociales de ámbito general e histórico que solo encuentra explicación adecuada a través de la experiencia personal de los individuos concretos.(p.2)
Para asegurar la mejor utilización del potencial interpretativo de que es capaz una buena historia de vida es necesario aplicar una serie de criterios para determinar la adecuación descriptiva del investigador al establecer su interacción social con el sujeto entrevistado. Estos criterios han sido acertadamente sintetizados por Gareth (citado por Hernández 2009)
• El primer criterio establece que la persona historiada debe ser considerada como miembro de una cultura, es decir, como alguien que desde su nacimiento ha entrado a formar parte de una cultura y que el pasado, presente y futuro los capta el individuo como parte del conocimiento de sentido común a través de los esquemas interpretativos de ésta. La historia de vida describe e interpreta el relato del actor en su desarrollo dentro de este mundo de sentido común y el modo como adquiere su bagaje cultural.
• En segundo lugar ha de reconocerse el papel de los otros significativos en la transmisión de la cultura, destacando el papel de la familia, los líderes de opinión, más concretamente a través de la "relación nosotros" desde la que capta el mundo social y se tipifican sus contenidos.
• En tercer lugar hay que especificar la acción social misma y las bases de la realidad social, esto es, las expectativas básicas, los postulados elementales que se dan por supuestos en la conducta, los criterios centrales con los que se define la situación y se orienta en ella el actor. Los valores centrales, los códigos de conducta, los mitos, los ritos con toda la racionalidad subyacentes que se les atribuye.
• El cuarto criterio reclama la reconstrucción y el seguimiento del hilo conductor que relaciona, a través del tiempo, unas experiencias con otras en la vida del actor. La significación de unos hechos para el comportamiento posterior y las expectativas u objetivos de futuro como hitos marcadores de la conducta a lo largo de la vida. Los momentos de crisis en los que este hilo se quiebra, los cambios significativos en la definición de la realidad y las conexiones de unos comportamientos con otros aparentemente desconectados.
• El quinto criterio reclama la recreación continua y simultánea de los contextos sociales asociados con la persona y su acción social. El contexto no puede disociarse de la conducta puesto que, no sólo las condiciona, sino que sirve de clave interpretativa para su comprensión.(p.1)
Como su propio nombre lo indica la Historia de Vida se apoya fundamentalmente en el relato que un individuo hace de su vida o de aspectos específicos de ella, de su relación con su realidad social, de los modos como él interpreta los contextos y define las situaciones en las que él ha participado.
En la historia de vida, se focaliza la experiencia personal de un informante de este modo tiene el carácter de una historia oral con enfoque biográfico. El informante va relatando su vida al investigador, quien de ese discurso autobiográfico extraerá información para la construcción de los datos de su trabajo sobre un tema específico.

La historia de vida no puede esquematizarse en un patrón fijo: deberá adaptarse a cada caso específico, a cada vida, objeto de estudio. El enfoque biográfico tiene que ser adecuado en cada ocasión, para que resulte un eficiente análogo de la vida a la cual se aplique.

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